Llegué a la Universidad Laboral a primeros de Octubre de 1966. Hacía unos días que ya había empezado el curso. Con trece años recién cumplidos y mi pantaloncito corto, asustado y a la vez expectante, ese año comenzaba quizá la etapa más señalada de mi vida, la más inolvidable. Fuimos unos privilegiados de la época al contar con una formación integral de cara al mundo laboral no existente en otros ámbitos de la España de Franco.
Después del curso de Iniciación caí en el taller de ajuste, donde estuve todo el curso de 1º de Oficialía. Todavía me duelen los callos de la palma de la mano y de la yema del dedo gordo. 2º y 3º de Oficialía los hice en la especialidad de tornero. Aunque aprobé la Oficialía, perdí la beca por no llegar a la nota mínima exigida. Fui un mal estudiante, cosa de la que me he arrepentido toda la vida.
A los 17 años entré a trabajar en una empresa privada de venta de maquinaria industrial y en 1976 entré como funcionario del Estado. Paralelamente seguí con mis estudios y al final me diplomé como Graduado Social en la Universidad de Granada. Desde 1987 presto servicios en la Agencia Tributaria.
Gracias a esta maravillosa página he podido reencontrarme con muchos de los compañeros de entonces: José Luis López González, Rafael López Sánchez, Félix Carpintero, Juan José Lillo, Manuel Delgado Rodríguez, Francisco Lorenzo Alfageme, etc. Lo que me ha provocado un subidón de nostalgia al recordar aquellos maravillosos años.