
Ahora   es otra historia la que no va a ocupar, recogida del libro más famoso   de los que escribió: Kaputt, obra de éxito extraordinario en su tiempo,   sacrificada hoy por el presentismo acelerado que imponen los medios   tecnológicos y de comunicación que nos arrastran, o por la corriente   social y el compromiso que impulsa a olvidar el pasado, y aplicar un   velo a nuestros ojos, temerosos de su reproducción en el futuro. Kaputt   es una obra que nos acerca a la segunda guerra mundial, con la destreza   que puede hacerlo un autor que vivió entre los actores la desoladora   realidad, la tragedia de un continente decidido a hacerse el hara kiri.   Kaputt, sin embargo, no desarrolla el índice de sus acontecimientos ni   secuencia alguna que los ordene, y el mismo Malaparte, escribió en su   prólogo que la guerra no figuraba como protagonista sino como   espectadora.