En la vejez hay una tendencia natural a beber menos alcohol, debido a sus efectos secundarios y la interacción con los medicamentos, que habitualmente se toman, por múltiples dolencias.
Sin embargo cualquier persona a cualquier edad puede tener problemas con el uso de alcohol.
A Jorge siempre le gustaron sus traguitos, así que tal vez su familia no noto que su problema con el alcohol estaba empeorando a medida que iba envejeciendo. Margarita nunca en su vida había tomado bebidas alcohólicas, pero después que murió su esposo empezó a tomarse un trago todas las noches para poder dormir. Ahora, nadie se da cuenta que ella necesita un par de tragos para poder sobrellevar cada día. Estas historias son comunes. Por ello en el tema que nos ocupa es necesario poner de relieve una serie de hechos, situaciones, resultados y remedios. Veamos: