Cuanto se echa de menos por ejemplo a Mariano Medina, aquel “Hombre del Tiempo”, de Televisión Española, que con su sensata humanidad nos hablaba de la probabilidad del clima que nos acechaba, incluso daba la impresión de que nos prestaba su paraguas por si nos hiciera falta. Con gran devoción esperábamos su pronóstico de los viernes, para asegurarnos de que el fin de semana, podíamos ir de campo o de excursión, o podíamos participar en un evento familiar. Hoy en cambio, los presentadores como el tal Bracero ese que aparece en televisión, se parecen poco más o menos a un ser que “NOS PERDONAN LA VIDA”, cuando nos imponen el pronóstico del tiempo, todo ello desenvuelto, en esos escenarios más propios de la Guerra de la Galaxias, que de una televisión para informar. Oyendo a este hombre y a otros como él, da la impresión que ellos tienen CAPACIDAD PARA MODIFICAR TODO INCLUSO EL TIEMPO. Verlos en acción es todo un esperpento, demostrando en todo momento de que están poco menos que locos, por comunicarnos de que el CALOR NOS VA A DERRETIR, Y LA LLUVIA NOS VA A INUNDAR. Son seres tan patéticos, que desde el escenario que nos dicen esas “cosas” dan la sensación de que comentar para ellos un posible TSUNAMI, sería su “morbosa noticia ideal” para su protagonismo y deleite.