Punto de encuentro : nadie conoce a nadie.
Jolgorio y cachondeo general.
Pero, ¿tú quien eres?
Han pasado 41 años.
El ánimo es exuberante y desbordado.
Somos 10 y 8 mujeres.
Seguidamente a la UNI para recorrido y fotos.
Un espejismo.
Hay tanta gana de hablar que casi no hay ni la foto obligada de grupo completo; ni recorrido.
Se busca rápidamente un lugar donde sentarse y charlar.
Las mujeres, inteligentes, saben estar; siempre en una mesa aparte.
A Córdoba.
Comida y larga sobremesa.
La apoteosis.
Casi imposible conocer las vivencias de cada uno desde que nos separamos porque hay interrupciones constantes: los recuerdos. Y... ¡el milagro!.
Durante la cena informal en la terraza de La Arruzafa, el paseo al día siguiente por Córdoba y la comida, también informal, en el antiguo Mesón del Conde, van surgiendo constantes de reconocimiento.
A pesar de las barbas y grasas.
Si, efectivamente ese es fulanito.
Experiencia única; difícil de tener; impagable.
¡Si casi volvemos a ser los de entonces!.
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