A la Laboral llegue, ya desde Madrid, con cuarto y reválida de bachillerato y acabe con la Maestría Industrial y con una gran preocupación por cual sería y como sería mi primer trabajo.

Ya jubilado, se que lo mejor que aprendi alli fue aprender a enfrentar  cualquier reto. Por eso, cuando lo he necesitado, he cambiado de trabajo con independencia de cual fuese su dificultad y he terminado resolviendo siempre bien esas situaciones.

Y, ¿lo peor? lo peor no ha estado en ninguno de nosotros, de los alumnos, lo peor ha estado en la falta de espiritu corporativo de la Laboral, en su falta de apoyo posterior a la titulación.

Eso ha hecho que no hayamos tenido entre nosotros un  nexo de unión que nos hubiera permitido ayudarnos, intercambiarnos información, crecer más, mejor y disfrutar de las  amistades creadas alli.

La unión hace la fuerza, si, pero nosotros no lo practicamos jamas, se lo dejamos a otros.

Nuestras experiencias, nuestras vivencias, al no haber tenido un colectivo de unión, han dado poco fruto y, en general, moriran con nosotros. 

Puede que todos, alumnos, educadores y gestores fuesemos  muy ignorantes en estos temas y nos sintieramos ahogados por otros problemas, pero,... ahora, ¿se hace mejor?, o ¿se sigue soltando a los alumnos como a paracaidistas en un campo minado?.

Saludos afectuosos de Rodolfo Fdez.